Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas.
Pablo Neruda

martes, 19 de mayo de 2009

Cortorrelato

Parce ser que mayo, sin duda, sera uno de los meses literalmente mas productivos de mi vida... Aqui les dejo mi ultimo relato, aunque fue iniciado hace ya varios meses y creo que aun no esta terminado, no quero que me pase como "El angel sin alas" y se quede en la memoria de mi computadora durante 2 años sin terminarse. Mejor aprovecho esta buena racha de publicación y lo comparto con Ustedes:


Cortorrelato

Recorriendo sola las calles nocturnas de Bangkok, fumando un cigarrilo, envuelta en una gabardina negra, y sobre un par de botas altas, camino a través de la noche rompiendo el silencio con un eco sobre el piso mojado a cada paso que doy. La ciudad y yo establecemos una comunicación especial a esta hora en la que los faroles y anuncios multicromáticos nos iluminan. Ahora, cuando casi todos tienen una vida compartida, pasan su tiempo en un restaurante o disfrutando el calor de una compañía o tal vez una buena conversación, es ese el momento cuando la ciudad y yo intercambiamos experiencias, respiramos aire y nos detenemos a flotar sobre el tiempo. Ahí cuando todo es silencio, cuando los semáforos se encienden y cambian de color pero no hay a nadie a quien esto le interese, es cuando ambas sentimos la profunda respiración fría y húmeda de la vida recorrer nuestra piel asfáltica como una caricia que se introduce por entre nuestros sentidos. De vez en cuando, destellos de calor artificial provenientes del calefactor de algún bar abierto mitigan nuestra sed de calidez y de compañía. Ella con frecuencia me sugiere buscar a alguien para compartirla, pero ya lo hemos discutido muchas veces, le digo, prefiero mi ufana soledad a tu lado que una lánguida y asfixiante compañía.


Mery Piña

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