Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas.
Pablo Neruda

jueves, 10 de marzo de 2011

Te escribo...

Del respirar de las piedras te hablo
de los cántaros, de los ríos secos en que he nadado
hasta hallarte sola y amaneciendo como arbol de frutas secas

Te hablo desde la tierra, desde las hojas,
desde el pan que habita en la corteza de ciertas semillas,
de ciertas ideas, de horas sin sueño, de dias sin hambre,
de noches sin lunes próximo, sin mañana distante.

Te escribo desde las tardes que nuestros pasos amaron.
Te escribo y te dejo un beso con el sabor del aire entre eucaliptos.
Te escribo por no perderlo, por no dejarlo, por no olvidarme que a veces
tal vez sin quererlo, me estés escuchando.

Edel Juarez