Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas.
Pablo Neruda

viernes, 16 de diciembre de 2011

Sabor de otoño


Por Mery Piña


Dos amantes escondidos en una imagen desenfocada

se encuentran viviendo la ambigüedad del otoño.

El viento se cansa deshojando los dorados árboles,

y entretanto, va arrancando paulatinamente el seco pasado

que agobiaba su corazón.


La incertidumbre no les deja abrasarse,

sólo brotan unos cuantos besos mustios

que con el tiempo se van avivando

en una mezcla de dulzura y pasión

que parece renacer a cada encuentro.


Detrás de las nubes que anuncian el invierno,

el sol brilla fuertemente.

Ellos se dejan empapar por la fresca lluvia de agua nueva,

mientras se dedican a preservar la sonrisa en los labios del otro.


Es cuestión de tiempo antes que descubran la relación intersticial

que serenamente se gesta para florecer con la primavera.

1 comentario:

  1. Esas palabras, acompañadas de esa imágen, podrían enamorar a cualquiera.

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