Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas.
Pablo Neruda

jueves, 28 de abril de 2011

Sin título

Cuando tu vida no te lleve a ningún lado,
cuando ni siquiera sepas a donde quieres llegar
cierra tus ojos y sumérgete en tu imaginación;
deja a tu subconsciente libre sacar todos tus mas íntimos deseos.
Las cosas mas ilógicas e irracionales,
todos los imposibles que por razón conoces de infinita improbabilidad.


Porque solo desgarrando las ataduras de tu realidad
sabrás que es lo que buscas, que es lo que falta.
Porque lo difícil en la vida no es obtener lo que deseas,
sino adivinar lo que genuinamente quieres.

Mery Piña

jueves, 10 de marzo de 2011

Te escribo...

Del respirar de las piedras te hablo
de los cántaros, de los ríos secos en que he nadado
hasta hallarte sola y amaneciendo como arbol de frutas secas

Te hablo desde la tierra, desde las hojas,
desde el pan que habita en la corteza de ciertas semillas,
de ciertas ideas, de horas sin sueño, de dias sin hambre,
de noches sin lunes próximo, sin mañana distante.

Te escribo desde las tardes que nuestros pasos amaron.
Te escribo y te dejo un beso con el sabor del aire entre eucaliptos.
Te escribo por no perderlo, por no dejarlo, por no olvidarme que a veces
tal vez sin quererlo, me estés escuchando.

Edel Juarez

jueves, 18 de febrero de 2010

¿Ideas o realidades?

Se me acacaba (bueno, hace algunas semanitas) de ocurrir una nueva súper idea, una de esas iluminaciones que me vienen de pronto y cambian en un instante el curso de mi vida: ¿por qué no irme a vivir a Australia?

Minutos después de la concepción de esta fabulosa idea, tome el siguiente paso: transmitirle mi idea al mundo. Así fue como compartí esta inquietud con mi pareja, y pues ya se imaginaran mis queridos lectores, ¡el hombre me mando directitamente a freír espárragos! Me escupió un: "¡pero Australia esta lejos de todo!" A lo que yo respondí con un poco de reorientación geográfica: "¿que te pasa? Esta mas bien cerca de todo: esta cerca de Sumatra, de Tailandia, de Japon, de China, Hong Kong, en fin, de tanto mundo que aun me falta por conocer..."

Bueno, para ser prácticos aun no lo convenzo... Lo malo es que no se que hacer. Ya perdí una vez a mi pareja por estas ideas nomadas que se me meten de pronto en mi cabeza, me entusiasman y luego ya no me puedo deshacer de ellas. Toing!

Ya se que ya no estoy en esas edades de andar como golondrina, haciendo un nido por aquí y por allá, que ya debería de sentar cabeza y darme cuenta que ya no me coso al primer hervor, pero ¿que hago de esta naturaleza de ambición viajera?

Baf! Pensamientos sin conclusión...

domingo, 22 de noviembre de 2009

Wasn't Born To Follow

Esta cancion siempre me ha gustado, tal vez por la ultima linea, tal vez porque se nota que se fumaron un porro para escribirla, tal vez por que no habla del amor como el 80 por ciento de las canciones del planeta... Definitivamente por todas las anteriores :)

Me gusta porque me hace sentir libre, sin ataduras de una supuesta moral ni de reglas innecesarias.


Wasn't Born To Follow, Carole King

Oh, I'd rather go and journey where the
Diamond crescent's flowing
And run across the valley
Beneath the sacred mountain
And wander through the forest
Where the trees have leaves of prisms
That break the light up into colors
That no one knows the names of

And when it's time I'll go and wait
Beside the legendary fountain
Till I see your form reflected
In its clear and jeweled waters
And if you think I'm ready
You may lead me to the chasm
Where the rivers of our visions
Flow into one another

And I'll stay awhile and wonder
At the mist that they've created
And lose myself within it
Cleanse my mind and body
And I know at that moment
As I stand in that cathedral
I will want to dive
Beneath the white cascading water

She may beg and she may plead
And she may argue with your logic
Mention all the things I'll lose
That really have no value
Though I doubt that she will ever
Come to understand my meaning
In the end she'll surely know
I wasn't born to follow

jueves, 1 de octubre de 2009

¿Por qué será?

¿Por qué será que me siento protegida entre los pequeños edificios de París y las callesitas estrechas? Lejos de todo y de todos, como dice Sabines, sola, sola, sola. Con solo el cielo sobre mi y esas nubes que van y vienen tan blancas como grises, con ese viento tan frío que envuelve mi tibia piel y mi cálido corazón? ¿Por qué será?

sábado, 5 de septiembre de 2009

Todo es azul, todo el tiempo

Como quisiera quedarme aquí
Eternamente hundida entre azul mar y azul cielo
Naufragando en un sitio donde el agua te mece,
El viento te abraza,
Y el sol te calienta tiernamente.

Mis ojos perdidos se cuelgan en el horizonte turquesa.
El mundo del que vengo se apaga detrás
Mientras que el mar, inquieto e impredecible,
Me arranca con su fuerza todos los dilemas,
Todas las preguntas, todas las angustias.

Una mezcla de agua y sal erosiona con su vaivén todo lo que me aturde y me ata.
El mar me vuelve libre.
De un trago me bebo todo el azul que puedo con la mirada
Y pareciera que hubiera suficiente agua y suficiente atmósfera
Como para diluir todo el dolor que llevo dentro.

Y me vuelvo ola,
Y un viento me levanta,
Y me eleva alto,
Y luego caigo y exploto en un dulce estallido de espuma que efervesce hasta desaparecer fusionada en el Gran Azul que la arrulla dulcemente.

Mery Piña

lunes, 3 de agosto de 2009

La aventura del 65 por Mery Piña

Estaba cansada cargando un pesado equipaje después de viajar un par de horas y atravesar 750 km encerrada en un tren de alta velocidad. Me encontraba dando vueltas sobre las cinco cuadras que rodeaban la estación de Gare de l’Est. Al final de mucho andar, encontré la parada de mi tan buscado autobús: el sesenta y cinco.

Al subir, sentí como si me sumergiera en un catalogo de grupos raciales humanos. Indus, coreanos, colombianos, senegaleses, chinos, búlgaros, marroquíes, mexicanos, en fin, el mundo entero comprimido en 15 m2 en pleno e íntimo intercambio de partículas aromáticas: olor a humanidad en su máximo esplendor. Yo procuro quedarme adherida al tubo mas próximo del portón automático que abre y cierra a cada parada dejando entrar una bocanada de aire fresco. Todos los viajeros con los que comparto esta globalizada experiencia me piden que me mueva y yo trato de comprimirme y casi fusionarme al tubo que se encuentra estratégicamente ubicado a modo de agarradera. Prefiero soportar todas estas educadas sugerencias y el roce gozoso de los caballeros que al descender se frotan premeditadamente contra mi trasero, que ir a postrar el mismo en alguno de esos brillantes asientos, los cuales, obviamente no brillan de limpios, sino de mugre.

Me entretengo observando la riqueza étnica en medio de la cual me encuentro mientras un hindú se entretiene sacándose un moco con singular alegría y poca vergüenza. Más allá un árabe tose y un negro arroja un gargajo que le molestaba el cogote. Yo observo extasiada el intercambio de fauna microbiana que ocurre en ese microambiente móvil que circula en algún lugar de un gran PaRis.

Levanto un poco mi mirada y me encuentro con una pareja. Una tez blanca, casi transparente, es un francés que lleva de la mano a una joven de facciones angolenses. Sus miradas se cruzan y reflejan una ternura casi eléctrica que ilumina el aire que les circunda. Sobre una de las piernas de la mujer, un niño se abraza con fuerza. Es un niño de tez clara, si bien no blanca, tampoco negra, una piel perfectamente dorada y tersa que acoge unos ojos negros y redondos bajo unas pestañas espesas y largas. Y en ese momento imagino lo fabuloso que será el mundo en algunos años, tal vez algunos siglos o milenios cuando ese niño represente una sola raza, una sola cultura, una sola humanidad que incluya en si misma a todos, que respete y acepte, que construya y se ayude entre si. Una humanidad que de esperanza como la que reflejan sus brillantes ojos, una única humanidad.


Mery Piña